El humano siempre ha intentado iluminarse en los momentos de oscuridad y los romanos fueron unos especialistas al explotar de manera masiva el uso de lámparas de aceite o lucernas. Estos pequeños utensilios los encontramos en la mayoría de los yacimientos arqueológicos al ser la base lumínica de los romanos. La luceras podían llegar a tener de una obertura para generar luz a incluso doce y los materiales con los que estaban fabricados iban desde la arcilla al bronce. El combustible era el
